28 Jun

Incorporar los videojuegos dentro del aula

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Se podría decir que gracias a los avances tecnológicos que se dan constantemente, cada vez  podemos sumar más herramientas para estudiar o buscar información. Anteriormente, los libros eran un material único y fundamental en el aula, pero hoy en día son varios los recursos con los que pueden contar los alumnos.

Del libro en papel pasamos a leer libros a través de Internet, para luego contar con la        hiptertextualidad pudiendo ver videos y distintos archivos al mismo tiempo en un mismo lugar. En relación a esto, es sorprendente ver como ahora los videojuegos se están convirtiendo en una herramienta de gran utilidad para los docentes, ya que un buen porcentaje de ellos afirma haber encontrado la alternativa indicada para captar la atención de los chicos.

Si bien uno puede considerar  los videojuegos dentro del aula como una posible distracción para los alumnos, muchos no tienen en cuenta los aportes que estos contraen en ciertas materias tales como geografía o historia. Un claro ejemplo lo dio un ex alumno de una universidad, quien afirma que se puede aprovechar mucho este recurso para generar el reforzamiento de contenidos así como también la motivación en clase. Él, desde su experiencia cuenta haber aprendido sobre geografía a través de videojuegos que lo ayudaban a asociar países con banderas y capitales.

Lo mismo opina un técnico electrónico con las siguientes palabras: “Cuando me enseñaban historia tenía que imaginar cómo eran las batallas y las causas de las victorias o derrotas, entonces me baje   un demo de un juego llamado ‘batalla 1938´ y aparte de jugar y divertirme, me dio una idea más clara de cómo se luchaba en esas épocas y las estrategias a utilizar para ganar, me fascinó ya que me daba una idea clara de lo que era la caballería, infantería, artillería, etc.”

Por todos estos motivos, por la motivación, el interés y el desarrollo de estrategias que se pueden desarrollar a través de estos juegos, es importante adaptarse a estos cambios e incorporarlos al aula, siempre teniendo en cuenta que deben ser contenidos apropiados para cada asignatura y cada nivel.